lunes, 6 de abril de 2015

Una primavera que resucitará por marzo.

Ya no habrá más toques de corneta, ni más izquierdos, ni más costeros.
Ya no habrá más "a esta es", ni más nazarenos por nuestras calles, ni más zancadas del Gran Poder.
Ya no habrá más callejones a oscuras, ni palios a la luz de la luna, ni más traseras al compás de "Amarguras".
Ya solo queda el reguero de cera del nazareno sevillano que marcó el camino hacia el reino de los cielos. Ya solo queda guardar ese varal o ese manto de terciopelo. Todo se ha consumido pero todo tiene que volver, como el sol que se esconde en el atardecer y que por la mañana vuelve a nacer, pronto nacerá una nueva primavera y una nueva luna llena. Hoy duerme la Sevilla más bella para regalarnos el año que viene una hermosa primavera. Descansa Sevilla que dentro de poco has de engalanarte de nuevo para tu fiesta más proverbial.


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