como aquel niño que da sus primeros pasos y cae y cae de nuevo y vuelve a caer bajó del mismo cielo para ser uno más dejando en el rincón del pensamiento y la memoria hueco para Él, solo para Él; se engalanó con su atuendo más modesto, más sencillo, más esperanzador.
El recuerdo es el perfume del alma.
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